Importancia del ejercicio físico para obtener resultados en tu objetivo nutricional
El ejercicio físico se considera cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía; según la Organización Mundial de la Salud.
El ejercicio debe realizarse durante todas las etapas de la vida y, de preferencia, iniciarse a edades tempranas, ya que el sedentarismo constituye un factor de riesgo de las enfermedades crónico-degenerativas, con especial énfasis en las cardiovasculares.
Es importante señalar que todo programa de ejercicios debe ser adaptado a las necesidades de cada individuo. En caso de personas muy sedentarias o con algunas patologías.
Beneficios en tus objetivos nutricionales:
La práctica regular y constante de una actividad física mejora la digestión, el sistema óseo, el circulatorio y, con ello, el funcionamiento del corazón y los pulmones. Conjuntamente con una alimentación saludable o equilibrada son la clave para la conservación y el mantenimiento de la salud.
- Si tu objetivo es disminuir de peso
Entre los grandes beneficios es que disminuye la grasa corporal, Cualquier ejercicio que lleves a cabo supondrá un consumo calórico, sin embargo, si lo que quieres es perder la grasa no deseada necesitas prolongar tus sesiones el tiempo suficiente. La idea es hacer que tus reservas de glucógeno hepático y muscular empiecen a bajar para que tu cuerpo se vea forzado a utilizar la grasa como combustible metabólico con más preponderancia. Reduciendo en gran medida el porcentaje de grasa localizada por lo cual una disminución más rápida de peso y medidas como cintura y cadera.
Además, el ejercicio nos brinda los siguientes beneficios que están estrechamente relacionados con los objetivos nutricionales:
- El ejercicio proporciona bienestar tanto físico como mental.
- Aumenta el tamaño de los músculos.
- Contribuye a aumentar el colesterol “bueno” (HDL) y disminuye el colesterol “malo” (LDL).
- Mejora la flexibilidad de los músculos y el movimiento de las articulaciones.
- Reduce la presión arterial.
- Estimula la producción de insulina en algunos pacientes diabéticos.
- Disminuye el estrés y aumenta la autoestima.